martes, 9 de octubre de 2012
lunes, 30 de abril de 2012
Om Sat Chit Ananda Parabrahma
Moola Mantra
Purushothama Paramatma
Sri Bhagavathi Sameta
Sri Bhagavathe Namaha
Hari Om Tat Sat
El Moola Mantra es un canto que libera energía de manera poderosa, aun sin saber su significado; claro está que si conocemos su significado y lo vocalizamos desde el corazón, su fluidez será mucho mayor.
Basicamente la traducción del mantra sería algo cercano a lo siguiente:
Oh Divina fuerza, espiritu de la creacion, Altisima personalidad, Divina presencia, que se manifiesta y vive en todos los seres.
Alma suprema que surge de la unión de la Divina Madre y el Divino Padre.
Yo me pongo ante ti en profunda reverecia.
Dios es la verdad.
Recordemos que es un tanto difícil hacer una traducción exacta del sánscrito, ya que cada palabra, mas que una traducción exacta, encierra en si misma todo un concepto. Profundizando un poco más en el contenido de este mantra analicemos de manera breve lo que cada una de sus partes tratan de transmitirnos, así lograrás un mejor entendimiento del mismo, tu "comprensión personal" hará la vocalización del Moola Mantra más significativa y poderosa para ti.
Om: Hace referencia al Poder Divino y Creativo, al Ser Superior. Es una invocación al Supremo.
Sat: declaración de existencia a través de las palabras "Yo Soy". Nosotros como parte de este universo manifestado compartimos un sentimiento de existencia, este es uno de los aspectos del Ser Supremo, que básicamente es nuestro propio Yo Superior.
Chit: Al mismo tiempo que experimentamos el sentimiento de existencia, también vivenciamos momento a momento la sensación de que somos Seres Auto-concientes.
Este sentimiento expresado en la conjugación verbal "Yo Soy", lo compartimos con todo el universo. El Ser Supremo (La Energía Cósmica Primordial) comparte este sentimiento con nosotros. También deberíamos observar que estos dos aspectos del UNO son inseparables de Él, siendo esto la esencial constitución de su naturaleza: SAT-CHIT o Existencia-Conciencia.
Ananda: al alcanzar la conjunción de el sentimiento de unidad, existencia y la auto-consciencia se entra en un estado de gozo divino y felicidad eterna conocido como Ananda. Esta es una de las cualidades primordiales de la Mente Consciente Colectiva.
Cuando has entrado en la dimensión de la experiencia (liberación de las maquinaciones de la mente) entonces descubres que tu real naturaleza es Ananda, el cual es el más grandioso y profundo estado de éxtasis que puedas vivenciar.
Parabrahma: El Aspecto de la Energía Cósmica Primordial, como el centro precursor; Dios como cabeza. Aquél que está más allá del tiempo, espacio y toda forma de percepción.
Purushottama: Hace referencia al Supremo Ser que coordina los sucesos en nuestras vidas e interviene para dar avance evolutivo a la creación. Es el mismo poder Divino en su faceta creativa.
Paramatma: El Morador Interno que se crea durante una fuerte reacción cósmica, donde el Supremo se fragmente y arroja sus diversas energías y manifestaciones, escondiendose entre ellas y quedando latente dentro de ellas.
Sri: Prefijo que se utiliza para expresar gran respeto y reverencia a un maestro espiritual realizado.
Bhagavati: es el aspecto femenino de la Energía Cósmica Primordial, que es la Suprema Inteligencia en Acción. Es el aspecto activo y reactivo de lo manifestado. Bhagavati es la Divina Madre que responde inmediatamente ante las necesidades de su creación.
Sameta: "junto con", "en comunión con".
Bhagavate: Aspecto masculino de la Energía Cósmica Primordial. El Supremo Conocimiento que prevalece y es Eterno en su esencia. Aquel Conocimiento que trasciende los tiempos y las Eras.
Namaha: Me rindo ante tu Grandeza.
Hari om tat sat: Afirmacion de la Verdad expresada a traves de la Divinidad.
martes, 17 de abril de 2012
Mírame

Mírame, estoy aquí con las grietas de mi vida. Me han dejado hundido en la nada de mi existencia. Piensa un poco en lo que he soportado. No me avergüenzan mis grietas, son mías, mi historia. No temo a vivir, temo a quien quiera matar el amor por no vivirlo.
Estoy aquí, clamando tu mirada. En verdad no quiero tu lástima sino tu compasión; quiero que sientas conmigo, que te hagas uno con mi dolor y experimentes la pobreza de saberse naufrago en un mundo donde todos proclaman el amor, la paz, la justicia, la igualdad. Soy un mendigo, un pordiosero, un desecho.
Tú dices que no puedes lograrlo, si tienes la capacidad para hacerlo.
Tú dices que no tienes los recursos, cuando hay un mundo esperándote.
Tú dices que no hay esperanza, si sólo es cuestión de que brilles con luz propia.
Tú dices que no gozas de salud, cuando sólo estás enfermando tu corazón.
Tú dices que no hay oportunidades, si estás en pie.
Yo, aquí con mi pobreza sólo puede abrazarte.
Yo, aquí con mi desaliento creo en ti.
Yo, aquí con lo que puedo ser estoy siendo.
Sí, estoy esperando que me mires y me tomes en tus brazos.
Sí, estoy confiando en este momento, el único que tienes para saberte humano.
Eres tú la luz del mundo, ilumíname.
Eres tú el camino, guíame.
Eres tú la vida, dámela.
lunes, 2 de abril de 2012
Teólogo: un ser casi imposible

A mucha gente le extraña que siendo teólogo y filósofo de formación me meta en asuntos ajenos a estas disciplinas como la ecología, la política, el calentamiento global y otros.
Yo siempre respondo: hago teología pura, pero me ocupo también de otros temas justamente porque soy teólogo. La tarea del teólogo, ya lo enseñaba el mayor de todos, Tomás de Aquino, en la primera cuestión de la Summa Teológica es estudiar a Dios y su revelación, y después todas las demás cosas «a la luz de Dios» (sub ratione Dei), pues Él es el principio y el fin de todo.
Por lo tanto, corresponde a la teología ocuparse también de otras cosas que no son Dios, pero haciéndolo «a la luz de Dios». Hablar de Dios y también de las cosas es una tarea casi irrealizable. La primera: ¿Cómo hablar de Dios si Él no cabe en ningún diccionario? La segunda: ¿cómo reflexionar sobre todas las demás cosas, si los saberes sobre ellas son tantos que nadie individualmente puede dominarlos? Lógicamente, no se trata de hablar de economía como un economista o de política como un político, sino de hablar de tales materias en la perspectiva de Dios, lo que presupone conocer previamente esas realidades de forma crítica y no ingenua, respetando su autonomía y acogiendo sus resultados más seguros. Solamente después de esta ardua labor, puede el teólogo preguntarse: ¿Cómo quedan esas realidades cuando son confrontadas con Dios? ¿Cómo encajan en una visión más trascendente de la vida y de la historia?
Hacer teología no es una tarea como cualquier otra, como ir al cine o al teatro. Es una cosa serísima pues se trabaja con la categoría «Dios», que no es un objeto tangible como todos los demás. Por eso no tiene ningún sentido la búsqueda de la partícula «Dios» en los confines de la materia o en el interior del «Campo Higgs». Eso supondría que Dios sería parte del mundo. De ese Dios soy ateo. Sería un pedazo del mundo y no Dios. Hago mías las palabras de un sutil teólogo franciscano, Duns Scotus (+1308) que escribió: «Si Dios existe como las cosas existen, entonces Dios no existe».
Es decir, Dios no es del orden de las cosas que pueden ser encontradas y descritas. Él es la Precondición y el Soporte para que esas cosas existan. Sin Él las cosas habrían quedado en la nada o volverían a la nada. Esta es la naturaleza de Dios: no ser cosa sino el Origen de las cosas.
Aplico a Dios como Origen lo que los orientales aplican a la fuerza que les permite pensar: «la fuerza por la cual el pensamiento piensa, no puede ser pensada». El Origen de las cosas, no puede ser cosa.
Como se deduce, es muy complicado hacer teología. Henri Lacordaire (+1861), el gran orador francés, dijo con razón: «El doctor católico es un hombre casi imposible pues tiene que conocer todo el depósito de la fe y los hechos del papado y también lo que san Pablo llama los Elementos del mundo, es decir, todo todo». Recordemos lo que afirmó René Descartes (+1650) en el Discurso del Método, base del saber moderno: «si yo quisiera hacer teología, tendría ser más que un hombre». Y Erasmo de Roterdam (+1536), el gran sabio de los tiempos de la Reforma, observaba: «existe algo de sobrehumano en la profesión de teólogo». No nos admira que Martin Heidegger haya dicho que una filosofía que no se ha enfrentado a las preguntas de la teología, no ha llegado plenamente a sí misma. Digo esto no como automagnificación de la teología sino como confesión de que su tarea es casi impracticable, cosa que siento día a día.
Lógicamente, hay una teología que no merece este nombre porque es perezosa y renuncia a pensar en Dios. Solamente piensa lo que los otros han pensado o lo que han dicho los papas.
Mi sentimiento del mundo me dice que hoy la teología en cuanto teología tiene que proclamar a gritos: tenemos que conservar la naturaleza y entrar en armonía con el universo, porque son el gran libro que Dios nos ha entregado. Ahí se encuentra lo que Dios nos quiere decir. Porque dejamos de leer este libro, nos dio otro, las Escrituras, cristianas y de otros pueblos, para que reaprendiésemos a leer el libro de la naturaleza. Hoy está siendo devastada. Y con ella destruimos nuestro acceso a la revelación de Dios. Tenemos pues que hablar de la naturaleza y del mundo a la luz de Dios y de la razón. Sin la naturaleza y el mundo preservados, los libros sagrados perderían su significado que es reenseñarnos a leer la naturaleza y el mundo. El discurso teológico tiene, pues, su lugar junto con los demás discursos.
Leonardo Boff
Seguir caminando

Cuando a mi derecha y a mi izquierda no haya nadie, caminaré.
Al saber que la luz está por esconderse, caminaré.
Con los ojos lubricados por la sed del corazón, caminaré.
Sin la sonrisa en la mirada, caminaré.
Descubriendo soledades de hie...l, caminaré.
Encontrando pedazos de carcajadas, caminaré.
Caminaré en la esperanza del peregrino.
Caminaré con la ligereza del trovador.
Caminaré escuchando a los ancestros.
Caminaré para descubrir el cobijo del viento.
Caminaré para arroparme en los abrazos del silencio.
Caminaré permitiéndome tropezar... y seguir caminando.
Al saber que la luz está por esconderse, caminaré.
Con los ojos lubricados por la sed del corazón, caminaré.
Sin la sonrisa en la mirada, caminaré.
Descubriendo soledades de hie...l, caminaré.
Encontrando pedazos de carcajadas, caminaré.
Caminaré en la esperanza del peregrino.
Caminaré con la ligereza del trovador.
Caminaré escuchando a los ancestros.
Caminaré para descubrir el cobijo del viento.
Caminaré para arroparme en los abrazos del silencio.
Caminaré permitiéndome tropezar... y seguir caminando.
lunes, 26 de marzo de 2012
Círculos

La Fuerza del Mundo actúa siempre de forma circular.
El cielo es redondo y he oído decir que la Tierra es redonda como una pelota, al igual que las estrellas.
El viento nunca sopla más fuerte que cuando da vueltas.
Los pájaros hacen nidos circulares, pues su religión es la misma que la nuestra.
El sol se alza y vuelve a caer en círculos.
Lo mismo hace la luna y ambos son redondos.
Hasta las estaciones forman un círculo con sus cambios y siempre vuelven al punto de partida.
La vida del hombre es un círculo que va de niñez a niñez.
Y así sucede con cuanto lleva fuerza en su interior.
Alce NegroSiux oglala (1863-1950)
El cielo es redondo y he oído decir que la Tierra es redonda como una pelota, al igual que las estrellas.
El viento nunca sopla más fuerte que cuando da vueltas.
Los pájaros hacen nidos circulares, pues su religión es la misma que la nuestra.
El sol se alza y vuelve a caer en círculos.
Lo mismo hace la luna y ambos son redondos.
Hasta las estaciones forman un círculo con sus cambios y siempre vuelven al punto de partida.
La vida del hombre es un círculo que va de niñez a niñez.
Y así sucede con cuanto lleva fuerza en su interior.
Alce NegroSiux oglala (1863-1950)
Signo de Universalidad...

[...] había unos griegos que se acercaron a Felipe, el de Betsaida de Galilea, y le dijeron: "Señor, queremos ver a Jesús". Esta es una de las citas con las que iniciaba el Evangelio en el quinto domingo de Cuaresma.
Estas palabras que nos anuncia Juan son de importancia, pues los helénicos que están dentro de Palestina no son de la muchedumbre, son de la clase acomodada, de la élite de la época. Ellos, quieren que les presenten a Jesús, a ese hombre que está causando revuelo en aquellos poblados.
Los griegos hombres de razón, de discurso son los que van en busca de Jesús; ellos se acercan a Felipe quien va con Ándres para decirle lo que está pasando, y éste a su vez va con Jesús quien dicta un discurso para dar respuesta a la visita de estos hombres.
La situación es importante, dado que aún no siendo seguidores de Jesús quieren descubrir por sí mimos qué es lo que hay en este hombre que tiene tantos adeptos; el mensaje, el testimonio, la vida de éste les causa intriga. Tal vez, quieren argumentar y contra argumentar la postura de ellos con Jesús, sin embargo, sólo "quieren verle".
Aquí encontramos el signo de la universalidad del mensaje del Jesús Histórico, quien no sólo ha venido por los de su pueblo sino por los que no son de su rebaño. Los matices de transcofecionalidad que se dan en la época son de suma importancia, ya que ahora nos encontramos ante una situación muy similar; el hombre y la mujer contemporáneos preguntan, van al hecho mismo, aplican juicios de valor, se consumen por conocer a quienes están haciendo cambios sociales, políticos, culturales; desean estar cerca de aquellas personas que están cambiando las conciencias y que no sólo están actuando como los grandes jefes de la política, de la religión o de la cultura mirando desde arriba. Los griegos son esa imagen de quienes no sólo se quedan con la borregada sino que nos abren los ojos para que veamos, escuchemos, vayamos a "ver". Los griegos, representan a los extraños de la época; hombres y mujeres que necesitan de una mirada, de una palabra de aliento que les anuncie la esperanza para sus corozanes. Aunque ellos no son monoteístas tienden a una persona que ha manifestado a un sólo Dios, su Padre, quien lo glorificará.
Siendo extrajeros, extraños podemos escuchar a quienes traen noticia de esperanza, no sólo quienes pertencen a un grupo pueden tener acceso al mensaje. Seamos como los griegos que se acercaron a Felipe para ver a quien trae esperanza y descubramos que todos en este mundo podemos contribuir para el cambios social, tenemos que abrir nuestra mente y nuestro corazón a las propuestas de quienes nos abonan signos de paz y esperanza en este contexto de oscuridad y pesadumbre.
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